Bienvenido a una nueva entrada en nuestro blog. La nota de hoy busca dar un cierre a la serie de artículos conectados al contexto pandémico actual, junto con sus efectos y herramientas aplicables en contextos de trabajo remoto y de clases virtuales. Hoy veremos cómo analizar el impacto del COVID-19 en el trabajo y educación para luego reflexionar sobre las lecciones de esta experiencia para el futuro. Si te interesa avanzar directamente a la parte de lecciones aprendidas, podés hacerlo haciendo click acá.
Aprendimos a usar plataformas, implementamos reuniones virtuales, adaptamos y elaboramos nuestro contenido a medios digitales y seguimos las mejores prácticas en cuanto a comunicación y transmisión de conceptos por medio digital…
¿Podemos decir que tuvimos éxito? ¿Cómo podemos responder a la pregunta…
El trabajar en equipo o el enseñar en forma remota elimina o reduce ciertas formas tradicionales de feedback como el ir hasta el escritorio del integrante del grupo o el poder ver las caras e interés de los alumnos a medida que buscamos transmitir cierto contenido.
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Esto hace que en un entorno presencial sea una buena idea complementar la información de las sensaciones que tenemos al momento de una reunión de equipo o la percepción de participación de nuestros oyentes con otras formas de medición y validación.
Dentro de las formas en tiempo real (sincrónicas) que tenemos, además de preguntarle directamente a nuestros interlocutores por los aspectos de interés durante la videoconferencia en la plataforma que estemos utilizando, tenemos la alternativa de indagar sirviéndonos de herramientas diseñadas para dicho fin.
Algunas de las opciones más difundidas son las encuestas en Cisco las cuales pueden ser útiles para hacer microevaluaciones, votaciones y recolectar feedback. Similarmente, las Polls e indicaciones de ritmo, acuerdo, y participación en zoom, nos permitirán tener una mayor visibilidad del desarrollo de la reunión o clase. En tercer lugar, herramientas como Kahoot dan la posibilidad de implementar la gamificación del aprendizaje.
Sea cual sea el aspecto que queramos medir, existen múltiples opciones tanto gratuitas, como las clásicas GoogleForms u otras pagas, tales como SurveyMonkey o Typeform, entre las que podremos elegir de acuerdo a la escala del problema, el grado de personalización, análisis y funcionalidades complementarias que necesitemos.
La estructura de nuestro formulario, la proporción de preguntas cuantitativas-cualitativas, el orden de las preguntas y el tono discursivo serán algunos de los aspectos a definir en nuestra encuesta.
Si bien la cantidad de consideraciones a tomar son muy numerosas, nos parece importante remarcar algunos puntos clave a tener en cuenta al realizar una encuesta:
Para mayor detalle sobre cómo hacer encuestas efectivas podés ir acá para algo más conciso o acá para algo más en detalle.
Aspectos claves en este caso serán definir las reglas de convivencia o netiqueta, que utilizaremos en cada uno de los medios. El definir con anticipación los temas a incluir y excluir en cierto canal y la modalidad de pregunta-respuesta nos servirá para garantizar la organización y utilidad en estas herramientas.
Luego de ver qué tan bien funcionaron
nuestras ideas de trabajo remoto, tomando esa información para modificar lo que
no funcione y mantener lo que sí, pasamos al próximo interrogante:
Luego de haber medido y validado qué partes estamos haciendo mejor, y haber encontrado posibles oportunidades de mejora, nos queda el pensar:
¿Qué pasa cuando la cuarentena termine? ¿Dejamos todas estas experiencias de lado archivadas en alguna carpeta escondida en algún lugar (físico o virtual)?
¿Por qué no aprovechar esta circunstancia de cambio forzado para hacer una pausa y reflexionar si entre las medidas que implementamos existen algunas que podamos mantener parcial o totalmente?
Ante esta posibilidad, creemos en 2 ejes fundamentales a analizar a la hora de elegir cuál/es herramientas o combinación de las mismas podemos adoptar, y pensar acerca de cómo lo haremos:
Una vez analizados estas dimensiones, creemos que la pregunta clave a realizarnos para aprovechar esta situación de cambio es:
¿Cuáles de las herramientas implementadas pueden convivir con lo presencial?
¿Cómo podemos combinar las mismas para potenciar las ventajas de cada una en un esquema superador?
Realmente estas circunstancias exigen una forma distinta de hacer las cosas, por lo que el aprovechar el contexto de cambio puede ser una experiencia que nos fortalezca con respecto a nuestra situación original.
Por mencionar algunos ejemplos de este tipo de combinación superadora, en el ámbito educativo tenemos el aprendizaje combinado (blended learning) y escuelas al revés (flipped schools) las cuales permiten que quien aprende acceda al material por ejemplo en video (con la capacidad de rebobinar, enlentecer, acelerar o saltar partes, según necesario) con espacios presenciales áulicos de mayor riqueza de interacción grupal y comunicación. El uso de herramientas digitales también abre las posibilidades de la personalización y adecuación del material con el fin de reducir la desventaja de nivelar (hacia arriba o hacia abajo) que supone una clase grupal versus una individual.
En el ámbito profesional, a la luz de las variables de comunicación y entorno, nos será de utilidad por ejemplo el preguntarnos si todas nuestras reuniones requieren de nuestra presencia física y el invitarnos a reflexionar acerca de si el intercambio que se da espontáneamente en el ámbito presencial es el adecuado en cuanto a calidad y modo o si existen cambios que podamos hacer para mejorar nuestros resultados.
De esta forma terminamos este ciclo de notas conectadas a la situación de contexto y distintas posibilidades de adaptación a la misma. Esperamos que los temas vistos aquí sirvan para introducir y poner en contexto acerca de las herramientas disponibles y aspectos clave a tener en cuenta.
Para ahora y en adelante, esperamos que les sean de utilidad.