Bienvenido a la tercera y última parte de este conjunto de publicaciones que lanzamos, enfocadas en brindar herramientas y tecnologías de gestión de la producción para poder mejorar la productividad de las empresas en un contexto de crisis. En este caso desarrollaremos la Filosofía just in time.
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En el primer artículo de esta serie de entregas profundizamos sobre la importancia del cambio cultural y las herramientas de gestión más utilizadas y comprobadas en la industria.
Allí describimos cuáles son los factores base de comportamiento y gestión necesarios, y los pilares fundamentales de nuestro sistema de gestión de la producción. Estos son los cero defectos en la gestión de la calidad
Hoy vamos a seguir indagando en la cultura de la mejora continua y la importancia de producir lo justo y necesario. Sobre éstos dos últimos nos enfocaremos en la publicación del día de hoy. La filosofía just in time
¿Por qué no hacer el trabajo más fácil e interesante para que las personas no tengan que transpirar?. El objetivo no es crear resultados trabajando duro. Lo que vamos a ver a continuación es un sistema donde no hay límite para la creatividad de las personas. Debemos buscar que la gente no vaya a la empresa para ‘trabajar’, sino para ‘pensar’ ”
La metodología Justo a Tiempo (Just in time con su siglas JIT) es una filosofía industrial que puede resumirse en fabricar los productos estrictamente necesarios, en el momento preciso y en las cantidades debidas, lo que implica comprar o producir solo lo que se necesita y cuando se necesita.
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Cuando hablamos de JIT, lo que debemos entender es que hay concentrarse en el valor esperado por el cliente, que lo importante es aquello por lo que el cliente está dispuesto a pagar.
Para esto, es mandatorio entrenarnos para «Saber distinguir lo que agrega valor de lo que no agregar valor a las piezas», tema que tocamos hace algunas semanas en nuestro blog. Si querés saber más sobre cómo entrenar a tu equipo para que sepan distinguir el no valor agregado en tus procesos, te recomendamos leas la nota de cómo identificar aquellas tareas que no agregan valor.
“Desperdicio es cualquier cosa distinta de la cantidad mínima de equipamiento, materiales, partes, espacio y tiempo, que sea absolutamente esencial para añadir valor al producto”
La filosofía just in time consiste en una serie de fundamente que nos permite adaptar nuestro sistema de producción a la demanda, ofreciendo una gran variedad de productos incrementando los modelos y las cantidades. De esta manera, no solo podemos reducir nuestros costos y tiempo de entrega, sino aprovechar los nichos de mercado.
Además de la necesidad del cambio cultural interno para asimilar estos nuevos conceptos, la correcta implementación de JIT requiere los siguientes aspectos.
tanto trabajadores versátiles, como maquinaria multiuso y distribución en planta agrupada por proceso.
Se debe evitar que dentro de proceso, una estación o actividad “empuje” los productos/información al sistema siguiente (esto se llama sistema push) sino que al revés, éstas sean “tirada” o “requerida” del puesto siguiente al puesto anterior.
Sobre todo el Lead time (tiempo desde que el cliente pide un producto hasta que se lo entregan).
Aceitando y mejorando la dinámica con nuestros proveedores y subcontratistas.
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Evitando producir si no estamos seguros que lo haremos con la calidad comprometida.
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Como pilar para el trabajo organizado, volviendo el entorno de trabajo más seguro, ordenado y limpio.
Sistema de adaptación rápida de máquinas para cambios de modelo (llamado también sistema SMED).
Esta práctica se enfoca a que el mantenimiento de las máquinas sea también parte del personal de producción fomentando el mantenimiento autónomo.
“La perfección es una pulida colección de errores”.
Por último y más importante, para poder implementar nuestro sistema integral de producción con base en la calidad y la filosofía just in time, debemos reafirmar nuestro modelo manteniendo la cultura de la mejora continua y esto implica:
• Entender que El cambio es necesario y que estamos a tiempo para poder hacerlo. Debemos tener siempre presente en recibir, producir y pasar a nuestro cliente interno “sólo” productos buenos, la calidad se hace en el puesto de trabajo.
• Entender que el futuro de nuestra empresa depende de cada uno de nosotros y que podemos llevarla a buen puerto respetando los estándares de trabajo que representan el mejor know-how (saber hacer) conocido hasta el momento, y se puede -y DEBE- mejorar.
• Identificar y eliminar los desperdicios de manera constante. La manera de lograr es enfocándonos en lo que hacemos y revisando periódicamente que los estándares de trabajos se apliquen y se actualicen.
“Si no podes describir lo que estás haciendo como un proceso, entonces no sabes lo que estás haciendo”
¿Estás pensando de implementar tu propio sistema integrado de producción? ¿Querés que desarrollemos un poco más algunas de las herramientas que nombramos en este post? ¡Envianos tus comentarios!